Clubes de barrio platenses se hunden por el tarifazo

Hay casos de instituciones donde la boleta pasó de 80 mil pesos a casi 300 mil.

La mayoría de los dirigentes enarbolan la misma frase “No se pueden pagar”. Es la respuesta ante las facturas de la luz que, en algunos casos, trajo aumentos por encima del 200 por ciento luego de los incrementos autorizados por el gobierno de Javier Milei.

Conjugado con una situación económica cada vez más dura entre las familias platenses, los dirigentes advierten que no podrán aumentar las cuotas sociales, no se ampliará la masa societaria y, de seguir así, no tienen en claro cómo seguirán en pie.
Todos coinciden que el aumento fue abrupto, no hay entidades oficiales a nivel nacional que escuchen los reclamo y “encima ahora falta que llegue el gas y el agua”.

Desde la Unión Nacional de Clubes de Barrio (UNCB) argumentan que la situación actual es más compleja que la vivida durante la presidencia de Mauricio Macri. “Ahora hubo un pico de aumentos, nada que sea mínimamente progresivo, y no hay espacios de defensa del ciudadano.Hay clubes que avisaron que no van a pagar, pero porque no pueden”, cuenta la vicepresidenta de la UNCB, Marina Lesci. “Queremos evitar los cierres, eso es lo que apuntamos a visibilizar, por el rol social y colectivo que tienen los clubes frente al sálvese quien pueda del Gobierno nacional”, remarcó.

 En algunos casos, los aumentos en la boleta de la luz estuvieron por encima del triple de la última liquidación.

En uno de los clubes de la periferia platense manifiestan que tienen dos medidores por la bajada del buffet. En el período anterior, les llegó cerca de 80 mil pesos en un medidor y 7 mil en otro. En abril los montos fueron 214 mil pesos y 44.500 mil, aproximadamente.

“Estamos hablando con los padres para hacer bingos, sorteos, bailes o campeonatos para recaudar fondos”, relatan con angustia por el futuro. Hoy son más de 200 chicos y chicas los que transitan la situación. Muchos arguyen que ya no pueden pagar”. “Nunca les vamos a decir que no vengan porque preferimos que estén acá y no en la calle”, señalan.

“Trabajamos con la gente y nos dice que no puede pagar el colegio o, incluso, no pueden comprar carne, entonces achica en el club, en el cine o en la salida afuera”.

Otro de los casos da cuenta que desde diciembre perdieron alrededor de 400 socios porque la gente no tiene plata y la cuota es la principal fuente de ingresos del club.

“No sabemos hasta cuándo podremos bancar esta situación, por eso estamos sacando promociones para mantener o bajar los precios de las cuotas y aumente la masa societaria”, indican. “Tendremos que ver qué subsidios podemos categorizar y ver algún apoyo por ese lado”, afirma. Lo que, asegura, será parte del futuro es informarles a los socios como está la situación financiera mes a mes.

La gran mayoría de los dirigentes consultados ven el futuro muy negro: “Creo que varios clubes van a desaparecer si el gobierno provincial no nos ayuda con subsidios”, aseguran. A su criterio, hubo una situación similar con el macrismo. Hoy, apuntan que “ es notorio quehay un grado de intencionalidad porque esto se podía subir de forma más gradual. Es casi morboso lo que hacen”, agregan.

Otros argumentan que la intención del Gobierno nacional es que el sector privado “se meta en el deporte. Con los clubes ahogados muchos se tientan con cederlos, o un terreno, o las concesiones, y perdés parte de tu institución y, al mismo tiempo, es sacárselo a la sociedad”, remarcan.

La dirigente Marina Lesci, de la Unión de Clubes de Barrio, que además supo presidir el Club Defensores de Banfield remarca que existe un marco legal con la Ley Nacional de Clubes de Barrio o la Ley de Asociaciones Civiles de la Provincia de Buenos Aires que hablan de una tarifa social. “Más allá de si son normas operativas o programáticas de forma inmediata, el Estado debe ser veedor de que eso se aplique”, señala.

La mayoría de los consultados  remarcan que el marco de contención que tiene un club es una complementariedad con el Estado. “Los pibes que queden en la calle sin contención naturalmente van a devenir en situaciones complejas a nivel barrial o familiar que, a su vez, serán otra demanda para el Estado”, agregan. Otro  de los clubes  pasó de 400 mil pesos a un millón. "Este mes nos vence. Encima no tenemos segundo vencimiento porque somos considerados como una empresa. Así que ahora tenemos que juntar eso", reveló uno de los entrevistados.

El golpe para la entidad sin fines de lucro es tal, que la factura de marzo antes les costaba 66 cuotas sociales de las que cobran, mientras que para el mes que viene costará 166. "La insensibilidad es absoluta. Evidentemente no les importa, nunca lo han visto, no lo ven. No ven la realidad que estamos viviendo los clubes. La situación es trágica, todavía no nos llegó el gas. La idea es sostener, resistir y aguantar el embate", señaló la fuente.

"Esto ya lo vivimos con Macri y realmente es una tragedia de la que no se toma dimensión. Acá tenemos una responsabilidad con los chicos, con el personal y los profes. "Nuestro único recurso de ingreso es la cuota social. Y cuando hemos recibido algún tipo de subsidio, sobre todo en el gobierno anterior, lo hemos aplicado a reconvertir la iluminación, comprar una manta para la pileta para que no se enfríe a la noche", añadió.

"Para las empresas somos una pyme en cuanto a cargas sociales. No tenemos ningún beneficio y prestamos un servicio a la sociedad. De hecho las escuelas públicas de la zona vienen a hacer gimnasia totalmente gratis", indicaron las fuentes. "A nivel nacional no hay ninguna comunicación ni contacto.

"La gente sin trabajo no pagan los impuestos, tampoco la cuota social. Esto es una tragedia y nosotros lo vivimos con mucha tristeza. Lo único que se habla de los clubes es sobre las sociedades anónimas deportivas. Otra situación no importa y la insensibilidad es total", son algunas de las frases recogidas en este informe que sacude a uno de los sectores más sensibles de la ciudad y que pide a gritos un salvataje.

*Jorge Joury es licenciado en Ciencias de la Información y analista político. El 22 de noviembre de 2017, el Concejo Deliberante de La Plata lo declaró "personalidad destacada en el periodismo".